Mi historia y mi reto
Desde adolescente he cuidado lo que como sin limitar mis antojos, teniendo la convicción de que comía sano y balanceado. Antes de mudarme a Europa, solía acudir al gimnasio religiosamente antes de ir a trabajar, ir a clases de Tae Box y salsa casino, porque me gustaba mantenerme activa. Pero al cambiar de país (excusa que me inventé), me enfoque a estudiar, ser ama de casa, esposa y trabajar, siempre “cuidando la alimentación” pero abandonando mis ejercicios.
Era de las que solía desayunar y cenar cereal con leche semi-descremada, comer productos fat-free, merendar por la mañana una naranja y almorzar o comer mi plato fuerte con todos los hierros. Realmente estaba convencida de estar comiendo balanceado, porque no subía de peso y la gente me decía que “flaca estas”, “tú no necesitas dieta”.
Pero no fue hasta que salí embarazada que empecé a preocuparme más por lo que comía, me hice seguidora de infinidad de cuentas en Instagram y Facebook, sobre “eat clean”. Cuando nació mi bebé recuperé mi peso sin problemas, pero mi cuerpo había perdido tono, y la gente me decía “¡Que flacas estás!”y realmente no había hecho ningún tipo de dieta.
Me había fijado una fecha límite para empezar lo que sería el proyecto transformación, y este proyecto empezó el mes de marzo 2014, y uno de los objetivos estaba orientado a sustituir el pan de sándwich, y este simple cambio nos demostró que podemos ser creativos, que existen más opciones para desayunar o cenar, que van más allá del pan, ensalada o cereal de caja. En definitiva existe un mundo culinario deliciosamente limpio.
Otros de los objetivos de mi proyecto, era recuperar la tonicidad de mi cuerpo, por lo que empecé a hacer plank para tonificar mi abdomen pero sentía que necesitaba hacer algo más, y mi atención se centró en los cambios que estaba observando en una de mis amigas de Facebook, comencé a hacerle preguntas y así me recomendó rutinas de ejercicios de Jillian Michaels, pero sus cambios no dejaban de sorprenderme y así llegue a formar parte del grupo en whatsapp “eat clean and train dirty”. Gracias a los consejos y rutinas de ejercicios que compartíamos, empecé a notar cambios en mi cuerpo y mi esposo también los notaba, no bajaba de peso pero sí estaba recuperando tonicidad.
Me interés por cambiar nuestro estilo de vida, también viene acompañado por mi bebé, ya que como padres sentimos la responsabilidad de enseñarles a comer y por eso he querido aprender más y más sobre comer limpio, cómo combinar los alimentos, así como descubrir productos y cómo incorporarlos en nuestro día a día.