En varias oportunidades me han preguntado qué he dejado de comer o cuál dieta estoy haciendo para llevar un estilo de “vida saludable”, y mi respuesta es corta y sencilla, no estoy encasillada con ninguna dieta en particular y no consumo productos refinados o lo que algunos consideran “lo blanco”.
Y este tipo de pregunta recurrente junto a otros comentarios, me motivaron a realizar una encuesta en nuestra página de Facebook, para así conocer la percepción que tienen las personas sobre llevar un estilo de “vida saludable”.
En el post anterior centré mi atención en dos preguntas que estaban asociadas con “comer sano”, pero en esta oportunidad me enfocaré en la interrogante, ¿Qué alimentos/productos consideras no puedes dejar de consumir?.
Los productos que mayor porcentaje obtuvieron fueron los siguientes: chocolate, pasta, arroz, lácteos, frutos secos y café, los cuales me atrevería a decir que están asociados con la palabra “dieta”, para algunas personas.
Estos 6 productos llevan consigo, además, unas etiquetas que están tatuadas en letras gigantes en nuestro cerebro: “carbohidrato”, “azúcar”, “grasa”, “engorda”, “estrés, “ansiedad”. Pero me pregunto por qué habría que dejar de consumir estos productos, sin son tan válidos como comer una banana, en mi opinión.
Para mi la clave está en saber qué ingredientes contiene el producto, es un producto refinado o integral, ha sido modificado genéticamente, cuál es porcentaje de azúcar, grasa (grasa saturada, trans, monoinsaturada y poliinsaturada) y sal que contiene. En definitiva ¿estoy eligiendo el producto más saludable o el más natural posible? o ¿este producto está afectando o podría afectar a mi cuerpo?.
Por ejemplo, no es lo mismo consumir 30 gramos de almendras (sin azúcar, sal y aceite) que consumir 30 gramos de almendras garrapiñadas. Y podría hacer más comparaciones pero, a donde quiero llegar con mi opinión es que todo esta en el balance y, en elegir aquellos productos que me aporten mayor valor nutricional sobre aquellos que me aportan solo calorías y poco nutrientes.
Te invito ha revisar tu despensa y hacerte preguntas de este estilo cuando vayas a realizar tus compras. Llegará un momento en el que ya sabrás qué elegir sin tener que renunciar a tus placeres.