Ya conocemos los beneficios de la lactancia materna para el bebé y para la madre. Podríamos decir que es perfecta en todos los sentidos, sin embargo cada proceso y cada persona es diferente y ciertamente es una decisión personal. En el caso de los bebés prematuros, producimos un tipo de leche especial que se adapta a las necesidades de éstos. La leche materna es incluso más importante para un prematuro que para un bebé nacido a término, porque le aporta defensas contra las infecciones y aumenta las probabilidades de que sobreviva. Sin embargo a veces se escapa de nuestras posibilidades poderle dar de lactar a nuestros hijos.
En mi caso, mamá de gemelas nacidas de casi 34 semanas, contar con exclusiva leche materna para alimentarlas era difícil. Las bebés debían ganar peso y la cantidad de leche que producía no era suficiente para ellas y dado que no habían nacido con mucho peso (2035 gr y 1750 gr), los doctores decidieron complementar la lactancia materna con leche artificial o de fórmula. Así que su alimentación fue mixta: materna y fórmula para bebés prematuros.
Al principio de mi embarazo estaba emocionada con el hecho de poder alimentar a las chiquitas y brindarle todos los beneficios de la lactancia materna, pero conforme fue pasando el tiempo mi atención se centró en su desarrollo. Algunas madres se preocupan por no darle otro tipo de leche a sus hijos, pero cuando es algo que debes hacer o que tienes que hacer, no debería significar una pérdida de energía y en este sentido habría enfocar la atención en ser felices con la llegada de los bebés.
Hice todo lo posible para darle la poca leche que producía a las bebés. Recuerdo que me extraía la leche en el hospital con un sacaleches eléctrico, con horarios preestablecidos por las enfermeras. Luego de este proceso debía llevar la leche a la unidad de neonatología y la colocaba en una nevera, lista para la toma.
Las bebés se alimentaban por una sonda nasogástrica y adicionalmente les daba de lactar para que se fueran acostumbrando, porque aún no mamaban bien. Luego completábamos la toma con la leche artificial.
Así que fue un proceso, extraer la leche, dar el biberón, mismo procedimiento ambos pechos, ambas niñas. No fue sencillo, pero todo forma parte de nuestro rol como madre, hoy las niñas están muy bien y su desarrollo es normal.
Si como madre te sientes atraída por la idea de dar pecho, no debes dudarlo. Si por el contrario, la idea te agobia y no te convence, recurre a tu asesora de lactancia (de ser posible y de contar con este servicio en tu país) y en caso de ser necesario recurre a la lactancia artificial o mixta. En mi opinión no debes sentirte culpable en caso de optar por lactancia mixta o de fórmula, recuerda que solo tú puedes valorar la situación y el límite de tus posibilidades.
Carleana
Foto: Eva Marie Uzcátegui; http://www.casifamosos.com/
Fuente consultada:
Coks Feenstra: El gran libro de los gemelos, desde el embarazo múltiple hasta la edad adulta.