Una manera de incorporar hortalizas a nuestras comidas, es preparándolas a la plancha y utilizarlas en nuestros platos favoritos como por ejemplo una lasagna, de esta manera podrás reemplaza la pasta por cualquier otro ingrediente de origen vegetal.
Para nuestra receta de lasagna hemos elegido calabacín, para reemplazar la pasta. El principal componente de esta hortaliza es el agua, lo que unido a su aporte moderado de fibra y su bajo contenido en grasas y proteínas, hacen del calabacin un alimento de bajo aporte calórico.
Además el calabacín es fuente de minerales como el fósforo, el magnesio, el hierro, el calcio y el yodo, encargados del correcto funcionamiento del organismo y necesarios para mantener unos niveles adecuados de electrólito o electrolito, precisamente en una época en la que perdemos grandes cantidades a través del sudor.
Como toda hortaliza también aporta alto contenido de vitaminas entre las que resalta la vitamina C, necesaria para mejorar las defensas y proteger al máximo las células del efecto de los radicales libres. También destacables son los aportes de vitaminas del grupo B como la vitamina B1 (correcto funcionamiento del sistema nervioso), B2 (impulsa el sistema inmunológico), B6 (formación de glóbulos rojos) y B9 o ácido fólico (estimula la producción de glóbulos rojos y blancos en el organismo), por lo que es un alimento especialmente indicado si queremos aumentar nuestras defensas y reforzar nuestro sistema inmunitario, siendo este efecto reforzado por su alto contenido en vitamina C.
También contiene otros nutrientes como los mucílagos, una sustancia que ayuda a la mucosa del estómago a hacer la digestión de una forma más fluida.
- 250 gramos Carne molida Healthy Super Mommies
- 3 calabacines, lavados y picados en pequeños lonchas.
- 1/2 coliflor rallada *.
- 1 cucharada aceite vegetal.
- 2 dientes de ajo picados o machacados.
- 1 taza leche de tu preferencia.
- sal o sal marina al gusto
- pimienta (opcional)
- nuez moscada (opcional).
- 1/2 taza queso blanco rallado bajo en grasa. o parmesano rallado (opcional)
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Pre-calentar horno a 200ºC en función gratinar.
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Dorar las lonchas de calabacín, por ambos lados, en una sartén antiadherente o plancha.
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En una olla, calentar el aceite y añadir los dientes de ajo, para aromatizar el aceite. Evitar que el ajo se queme o se dore.
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Agregar la coliflor al aceite aromatizado y mezclar por 3 minutos, a baja temperatura.
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Incoporar la leche a la olla, mover. Agregar nuez moscada, sal y pimienta al gusto. Mover la salsa continuamente a fuego suave. Cocinar por 8-10 minutos. Retirar del fuego.
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En un pirex o molde rectangular con papel engrasado, colocar una capa de calabacín.
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Incorporar carne molida sobre la capa de calabacín.
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Cubrir la capa de carne molida con otra capa de calabacín. De esta manera se va armando la lasagna, intercalando capa de calabacín y carne. Siendo la última capa de calabacín.
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Verter la salsa bechamel sobre la última capa de calabacín.
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Esparcir el queso blanco rallado sobre la capa de calabacín para gratinar. (Opcional).
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Llevar al horno hasta dorar.
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Servir y disfrutar.
*Para rallar la coliflor, deberás lavarla y picarla en trozos, para posteriormente agregar los trozos en la licuadora o procesador de alimentos hasta lograr que se asemeje a los granos del arroz.
Esta receta puedes prepararla con antelación y guardarla en la nevera. Recuerda completar tu plato por ejemplo con verduras (al vapor o la plancha), ensalada de remolacha y zanahoria rallada (aderezada con mostaza y sal) o plátano (macho) horneado.
El número de porciones va a depender del molde que utilicemos, y en función de ello también podemos ajustar las cantidades de los ingredientes.
Recuerda que puedes consultar la receta de carne molida guisada y salsa bechamel de coliflor.